"La Pluralidad es Nuestra Carta de Presentación"

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Nada se parece más al pensamiento mítico que la ideología política. Levi Strauss


jueves, 22 de septiembre de 2011

Palestina y la ONU, una historia de doble discurso

Palestina y la ONU, una historia de doble discurso


La falta de una solución al conflicto palestino-israelí, luego de 40 años de ocupación, "seguirá afectando la reputación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y despertando dudas sobre su imparcialidad", según palabras del ex secretario general del organismo mundial Kofi Annan.
Ninguna otra causa ha consumido más papeleo en la ONU como la de los palestinos. Pero cientos de resoluciones sobre el tema no han sido respetadas, mucho menos aplicadas desde hace más de medio siglo.
En ningún lugar los ideales y mecanismos de la ONU se han visto tan atascados como en Palestina.
Los esfuerzos para neutralizar la intervención del foro mundial en el conflicto han sido siempre liderados por Estados Unidos. Pero los de la administración de Barack Obama esta semana, actuando en nombre de Israel, han alcanzado un nuevo nivel.


Washington ha vetado más de 40 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU críticas a sus políticas, algunas de las cuales fueron redactadas por sus propios aliados europeos. Una rápida mirada a la situación actual de Oriente Medio deja en claro que esas obstrucciones conspiraron invariablemente contra los intereses de todas las partes, y no trajeron ni paz ni seguridad a esa región del planeta.
Las rivalidades de la guerra fría (1945-1990) entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética (URSS) también contribuyeron a la parálisis de la ONU en el conflicto palestino-israelí: más de la mitad de las 690 resoluciones adoptadas por la Asamblea General entre 1947 y 1990 han sido ignoradas.
¿Pero por qué se ha mantenido alejada a las Naciones Unidas durante dos décadas del proceso de paz?
Doble discurso
La sencilla respuesta es que hay un doble discurso.
La ONU intervino directamente para resolver todos los conflictos posteriores a la guerra fría en Europa, Asia, África y Oriente Medio: Bosnia, Kosovo, Somalia, Kuwait, Irak, Afganistán, Irán, Siria, y ahora Líbano y Sudán del Sur.
Pero no en el problema palestino. Este conflicto fue en cambio derivado a un proceso diplomático auspiciado por Estados Unidos, aun cuando sus estrechas relaciones con el Estado de Israel no lo convierten en mediador imparcial.
No sólo el conflicto palestino-israelí ha estado alejado del organismo mundial, sino que además las resoluciones más críticas hacia el Estado de Israel han sido desconocidas.
Solamente después de una década de fracasos en el proceso de paz, el gobierno republicano de George W. Bush (2001-2009) permitió que la ONU participara, e incluso entonces sólo como socio menor en el denominado Cuarteto, instancia de mediación internacional que incluía también a la Unión Europea y a Rusia.
Mientras, Israel ha hecho caso omiso a decenas de resoluciones "exhortando", "instando" o "recomendando" cambios en sus políticas o directamente "condenando" o "censurando" sus ataques y la construcción de colonias judías en territorios palestinos, así como las deportaciones y la ocupación militar.
Del mismo modo, todos los llamados y las demandas de intervenciones políticas y humanitarias han caído en oídos sordos. La única vez que Naciones Unidas pudo actuar fue en 1997, cuando envió unos pocos observadores desarmados a la ciudad ocupada de Hebrón. Lamentablemente no se les permitió hablar públicamente sobre las violaciones cometidas.
Violación total
En las últimas cuatro décadas, el Estado de Israel ha violado todas las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU, como la 465 y la 1980, que deploran todas las medidas israelíes para cambiar el carácter físico, la composición demográfica y la estructura institucional de Palestina y otros territorios árabes ocupados desde 1967, incluyendo Jerusalén.
También rechazó la resolución 476, que reafirmaba la necesidad de poner fin a la ocupación israelí de los territorios árabes. La única resolución que fue aceptada por Estados Unidos e Israel y que formó la base del proceso diplomático, la 242, de noviembre de 1967, fue también sistemáticamente violada.
Israel expandió sus asentamientos en territorio palestino, cuando la resolución señala la "inadmisibilidad de la adquisición de territorio por la fuerza".
Paradójicamente, el Estado de Israel fue creado por una recomendación de las Naciones Unidas para la partición de Palestina en 1947, y fue aceptado como nuevo miembro del foro mundial sobre la base de su compromiso de respetar la resolución, y específicamente la 194 de la Asamblea General sobre el regreso de los refugiados palestinos.
Ahora que todos los medios han sido probados y han fracasado, incluyendo 18 años de negociaciones bilaterales en el marco de los acuerdos de Oslo, en 1993, entre Yaser Arafat y el primer ministro israelí de entonces Isaac Rabin, el Consejo de Seguridad debe asumir su responsabilidad, exigiendo a Israel que cumpla sus obligaciones de acuerdo con la Carta de la ONU y que reconozca el derecho palestino a su autodeterminación como Estado. Punto.
*Analista político de la cadena de Qatar Al Jazeera. Fue profesor de relaciones internacionales en la Universidad Estadunidense de París. Es considerado una autoridad en asuntos de Oriente Medio.

© Inter Press Service /Al Jazeera


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MV

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