La universidad en peligro
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E l carácter de institución académica de las universidades autónomas y experimentales está en peligro de concretarse, si la voluntad política de la cúpula del poder prosigue en su empeño de convertirlas en un apéndice desu proyecto político, desnaturalizándolas en sus funciones de formación, investigación y extensión y vinculación social.
Si la libertad de debate de todas las corrientes de pensamiento, como establece la Constitución, es castrada en las instituciones universitarias, perdemos todos.
No hay universidad si ella no es el reino de la diversidad, del sentido crítico, de la capacidad de explorar los distintos campos del saber sin atenerse a los deseos e intereses de los distintos poderes. En las sociedades democráticas se defiende ese rol de estas instituciones del conocimiento, por más críticas y díscolas que ellas sean.
La restricción presupuestaria a la que se ha sometido a las instituciones universitarias, particularmente a las autónomas; el deterioro creciente de las remuneraciones del personal académico; las orientaciones que han ido negando y sesgando el financiamiento a los diferentes programas para que las universidades puedan cumplir a cabalidad su papel en la formación y producción del conocimiento, se une ahora el intento de desnaturalizarlas por medio de un sistema de elección de sus autoridades académicas que niega esta naturaleza, que desconoce la definición constitucional de la comunidad universitaria, integrada por profesores, estudiantes y egresados. El voto ponderado de estos tres sectores tiene plena justificación. Ello no quiere decir que empleados y obreros no deban tener mecanismos de participación en asuntos donde su aporte es útil y necesario.
El sistema electoral universitario debe reflejar el carácter académico de susinstituciones. No es asimilable a otros ámbitos de la vida pública, donde un ciudadano, un voto es adecuado. En instituciones de conocimiento y en muchas otras su carácter obliga a mecanismos que aseguren que la naturaleza de sus funciones se preserve.
Como se ha ilustrado más de una vez, uno no sentiría revindicado en su ejercicio democrático si frente a un quirófano, a quién es el piloto de un vuelo, esta decisión se sometiera a una elección de los pacientes o pasajeros, tampoco suponemos que ese procedimiento sea aceptable para la jerarquía militar. Estos son los elementos que deben tomar en consideración los magistrados del TSJ cuando en la audiencia pública consideren losargumentos de los universitarios. Una decisión equivocada puede satisfacer pasajeramente a quienes ejercen el poder, pero destruir la institución universitaria y su fundamento académico.
Una pérdida que le costaría demasiado a nuestro país de ahora y del futuro, y que hay que evitar.
alberto.lovera@gmail.com
Nashla Báez
Tesista de la Escuela de Antropología UCV
Pasante del Programa de Cooperación Interfacultades UCV
Co-Fundadora del grupo de Extensión Más Antropología
Twitter: @NashlaBaez
@PCI_UCV
@MasAntropologia
@TripeateCcs
Skype: nashlabaez
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